Abre sus puertas el 28 Salón Náutico Internacional de Palma



AENB

108 expositores, 133 empresas, 40.000 metros cuadrados de extensión (12.000 en tierra, 28.000 en el mar) y 250 embarcaciones en exposición permanente. La más importante cita anual de la náutica en las Islas Baleares resiste la crisis y reúne un año más a miles de profesionales, usuarios y amantes del mar en general.

Una sonora protesta ha precedido a la inauguración oficial del evento. Al mediodía los barcos amarrados en la Bahía de Palma han hecho sonar sus bocinas de niebla al unísono, secundados por numerosos usuarios y profesionales del sector pertrechados con bocinas manuales. El motivo de la protesta, impulsada por ANAVRE, ADN, CEPRR y por FENIB, es criticar la actitud de los poderes públicos hacia el sector. Aseguran que no ven en la náutica nada más que una fuente de recaudación, en lugar de una actividad industrial, turística y recreativa que da empleo directo a 100.000 personas y genera miles millones de euros a nivel nacional (sin contar los beneficios que tiene para la oferta complementaria). Según las diferentes asociaciones, esa incomprensión del sector se traduce en falta de apoyo e incontables trabas para el correcto desarrollo y práctica de la actividad náutica. La protesta se repetirá cada uno de los días que dure el Salón Náutico. 
El acto inaugural contó con la asistencia de asistencia del presidente de la Autoritat Portuària de Balears, Francesc Triay; el presidente de la Federación de Empresarios Náuticos de Baleares, Bartomeu Bestard; la presidenta de la Asociación de Empresas Náuticas de Baleares, Margarita Dahlberg; el teniente de alcaldesa de Palma, Andreu Alcover; el director insular de Función Pública, Josep Mallol; el director del Inestur, Antoni Munar; el gerente del Idi, Àngel Pujol; el gerente de ANADE, Carlos Gelabert; el presidente de ANAVRE, Jaime Darder; el presidente de ADN, Miguel Ángel Santander, entre otros.

Tras una breves palabras del presidente del IDI, Angel Pujol, Francesc Triay agradeció a los asistentes su presencia y señaló que la edición de este año estaba marcada por la transformación del espacio portuario de Palma y por la dificultad que atraviesan las empresas de las islas. En este sentido, Triay ha remarcado que “esto obliga a las administraciones públicas a hacer más esfuerzos que nunca para su recuperación”. Francesc Triay ha aprovechado su intervención para anunciar mejoras en la zona portuaria de Palma. Según ha explicado, el Moll Vell se convertirá en una prolongación de la Avenida Antoni Maura hasta el Puerto. Con ello se pretende “convertir el Puerto en un espacio abierto cada vez más cercano a los ciudadanos”. Triay también ha anunciado la construcción de un nuevo aparcamiento subterráneo con el que se pretende liberar de coches el muelle de enfrente de la Llotja y dedicarlo a zona de paseo y para grandes acontecimientos como el mismo Salón Náutico. 

Al finalizar la intervención del presidente de la Autoritat Portuària, la consellera de Comerç, Indústria i Energia, Francesca Vives, cogió el testimonio de la inauguración deseando el mayor éxito para los empresarios. Vives recordó que “estamos ante las puertas de la temporada turística, una temporada que de momento pinta bastante bien y que por tanto tendrá sus repercusiones dentro del sector (náutico)”. La consellera también hizo mención a la protesta llevada a cabo minutos antes por empresarios y usuarios. Dijo entender sus reivindicaciones y compartir alguna de ellas. “Creo que Europa, en el sentido de matriculaciones e impuestos, debería ser un espacio homogenio”, manifestó Vives antes de finalizar su discurso.

Tras el acto de inauguración oficial la comitiva de autoridades procedió a visitar el Salón Náutico.

Falta de subvenciones

Aunque el discurso oficial sea de optimismo, la sensación generalizada entre los expositores es de preocupación cuanto menos. Y no es para menos, viendo que el número de expositores y empresas presentes en el Salón Náutico ha menguado con respecto al año pesado. Es un reflejo de la actual situación económica, pero también ha contribuido la desaparición de las subvenciones que ofrecía hasta el año pasado la Conselleria de Comerç, Indústria i Energia. Muchas empresas dependían de esa ayuda para poder estar presentes en el Salón Náutico de Palma.