ANAVRE dice que los defraudadores son una minoría que no representa al sector

Ante la situación creada por la inmovilización de una treintena de embarcaciones por parte del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), cuyos propietarios podrían haber cometido fraude fiscal, el presidente de la Asociación de Navegantes de Recreo (ANAVRE), Jaime Darder, asegura que, “dejando a un lado que no se debe tolerar el fraude fiscal”, la operación “en masa y con gran repercusión en los medios de comunicación" tiene un fin "ejemplarizante e intimidatorio encaminado a atemorizar a los contribuyentes”.

 

Darder añade que dicho procedimiento “pone a los propietarios en la tesitura de tener que pagar de inmediato si quieren disfrutar de sus barcos durante las vacaciones”, a menos, advierte, “que las inmovilizaciones sólo se hayan producido en embarcaciones cuyos armadores o usuarios no estén identificados”. 

El presidente de ANAVRE opina que este tipo de actuaciones puede ser “muy gravoso, una vez más, para un sector náutico cada día más deprimido” y eso por un doble motivo. El primero, dice, por tener un efecto disuasorio hacia armadores extranjeros que “pudieran estar planteándose establecer su base en algún puerto de nuestras aguas” con la pérdida de ingresos que ello conlleva para el sector en forma de alquiler o compra de puestos de amarre y todo tipo de servicios vinculados a la náutica. 

Y un segundo, destaca, “sobre el charter”, por el impacto que pueda tener en las flotas al reducir las unidades disponibles en servicio de gestión, además de posibles pérdidas por anulaciones de reservas ya confirmadas y consiguiente indemnización a los arrendatarios afectados.

El máximo representante de la Asociación de Navegantes de Recreo añade que es realmente una pena que, cuando parece que la Dirección general de Marina Mercante está empezando a escuchar a los usuarios y empresarios del sector náutico, iniciado una labor de reforma de la legislación náutica “no se produzca un esfuerzo por parte de otras áreas del Gobierno para adecuar el tratamiento fiscal de la náutica al que existe en la inmensa mayoría de los países de nuestro entorno”. 

En este aspecto, Darder resalta que en su asociación están convencidos de que “la eliminación de determinados impuestos”, como el de matriculación, tasas de señalización marítima, lámina de agua, o una adecuada aplicación del IVA a actividades como el arrendamiento de puntos de amarre, “se vería compensada un incremento de ingresos fiscales derivados del crecimiento de la actividad del sector náutico”.

En cuanto a los casos concretos de los barcos que han sido intervenidos por el SVA, el presidente de ANAVRE se muestra prudente y recuerda que “al ser casos de venta de embarcaciones de bandera extranjera”, para valorar su situación “se tienen que seguir criterios legales y determinar si están sujetos o no a algún tipo de impuestos en España y saber si realmente el barco pertenece y es usado por personas físicas o jurídicas no residentes en España”.