11/01/2015
Autoridad Portuaria resolverá antes de dos meses el concurso del puerto de Palma
La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) tiene claros los plazos en relación al concurso que licitó el pasado verano para la explotación de locales comerciales en el puerto de Palma, y cuya fecha límite para la presentación de ofertas concluyó la semana pasada. El presidente del ente público, Alberto Pons, confirmó ayer que se han recibido dos propuestas en total, tal y como avanzó ayer este diario, y que confía en que el concurso «pueda estar resuelto en dos meses» al haber sólo dos licitantes.
Se trata de dos edificios ubicados en la zona de la lonja de pescado, junto al acceso del Real Club Náutico de Palma (RCNP) y anexo a la Plaza de San Telmo y desde la APB no quieren que el proceso sufra ningún retraso. Por ello, prosigue Pons, se hará todo lo posible para que «sea ágil» y no se produzca ninguna ralentización en la resolución final.
Las dos opciones son radicalmente opuestas y mientras la primera propone la creación de un complejo de restauración y ocio en la zona, liderada por una empresa andaluza, la segunda está capitaneada por inversores mallorquines y proyecta la creación de un hotel de lujo con 42 habitaciones. Ambas dotadas de una inversión similar, de seis y cinco millones de euros respectivamente y la clave en las próximas semanas estará en conocer cuál es el canon que hayan podido ofrecer a la APB para hacerse con el concurso.
Mientras tanto, en el seno del ente la satisfacción es absoluta, por el atractivo que ha despertado la licitación entre los inversores y emplazan a la próxima semana, cuando se produzca la apertura de los sobres con las ofertas de cada uno de los candidatos, para conocer más detalles. A partir de ahí, la APB confía en que en un par de meses se pueda tener el resultado del concurso.
Las mesas técnicas designadas para la evaluación de ambas propuestas serán las encargadas de decidir cuál es la mejor oferta, un proceso que concluirá con la designación de un ganador. Todo con el objetivo de que los dos edificios objeto de licitación y en estado de desuso, como reconocen desde la propia APB, puedan convertirse en un nuevo elemento dinamizador de la economía local, tanto si es en forma de hotel como de centro de restauración.
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