El sector náutico balear cierra un 2023 marcado por la incertidumbre económica y geopolítica
La Asociación de Empresas Náuticas de las Islas Baleares (AENIB) aprovecha el cierre de 2023 para hacer balance del ejercicio, un año marcado por las tensiones inflacionistas, los altos tipos de interés y, en general, el contexto de incertidumbre económica y geopolítica.
El año arrancó con un panorama de precios y Euribor al alza, así como unas previsiones pesimistas en relación al desempeño de la economía en los meses siguientes, ante la continuación de la guerra en Ucrania. A lo largo de los meses, si bien las expectativas más funestas no se han llegado a materializar, el clima de incertidumbre ha llevado a los potenciales clientes del sector náutico a adoptar una actitud de prudencia frente a posibles gastos, especialmente aquellos no imprescindibles y relacionados con el aspecto lúdico y de recreo, como es la náutica. El estallido, en la recta final del año, de la guerra en Israel no ha hecho sino agudizar esta tendencia.
“El mercado está en una situación de protección ante la inestabilidad del contexto mundial y es muy prudente de cara a hacer inversiones que no sean imprescindibles, como cambiar de barco o mejorarlo”, ejemplifica Jaume Vaquer, presidente de AENIB. “Las empresas del sector en Baleares cuya actividad tiene que ver con el turismo y el comercio han notado cómo, a pesar de ser un año de récord en cuanto a visitantes, la capacidad o disposición al gasto de los turistas ha ido a la baja, a excepción, por supuesto, de la gama más alta y exclusiva del sector, como las grandes esloras, que se ha mantenido”, añade.
“Cabe destacar que, a pesar de que 2022 fue un año marcado a fuego por la guerra de Ucrania y el consiguiente repunte de los costes, el ejercicio se cerró en general con resultados positivos”, observa Vaquer, quien achaca este fenómeno a “la salida de la pandemia, cuando los consumidores estaban deseando volver a disfrutar de la vida y, por tanto, priorizaban el gasto en actividades de ocio como la náutica. En 2023, el panorama es muy diferente, y los resultados de las empresas del sector tienden a la baja”, advierte.
“La situación ha dado un vuelco con respecto a ejercicios anteriores, cuando los problemas logísticos derivados del parón pandémico llevaron a una rotura de las cadenas de suministros y a dificultades para el sector de cara a conseguir stock con el que satisfacer una demanda creciente. Ello obligó a las empresas a aumentar sus pedidos para hacer acopio de stock, un stock que ahora abarrota los almacenes de estas empresas, frente a una demanda debilitada”, analiza.
En resumen, “ha sido un año de altibajos e incertidumbre, con una temporada de verano muy poco efectiva comercialmente y un cliente a la espera de noticias esperanzadoras en el terreno económico y geopolítico para empezar a aumentar el gasto desde una posición de confianza”, resume. En cuanto a las previsiones para el año 2024, “esperamos una tendencia continuista”, vaticina.