El sector náutico balear hace balance de 2020 con la vista puesta en la próxima temporada, de momento, cargada de incertidumbre

El sector náutico balear hace balance de 2020 con la vista puesta en la próxima temporada, de moment
El sector náutico balear hace balance de 2020 con la vista puesta en la próxima temporada, de moment

“El sector náutico ha salvado los muebles en 2020 gracias a la seguridad que ha sido capaz de transmitir a la sociedad frente a la pandemia”. Este es el principal mensaje  que el presidente de la Asociación de Empresas Náuticas de Baleares (AENIB), Jaume Vaquer, extrae del pasado año, azotado por la pandemia originada por el Covid19

“Aunque una parte del sector tiene una fuerte dependencia del turismo, cuya caída ha afectado a muchas empresas, lo cierto es que la náutica ha sido percibida como un refugio por muchos usuarios, ya que se ha demostrado que el mar es seguro. Esto es una gran victoria del sector, que ha implementado con éxito protocolos higiénico-sanitarios para garantizar que sus actividades son 100% seguras”, analiza.

“En los meses de marzo, abril y mayo, la incertidumbre se hizo dueña de la situación”, reconoce Vaquer. “Las normas cambiaban de un día tras otro, y era imposible para los empresarios proyectar planes siquiera a corto plazo. Pero en junio, cuanto se atenuaron las restricciones, nos encontramos con una apuesta en masa por la náutica como espacio seguro por parte de la sociedad. Así lo confirma la evolución de las empresas a lo largo de 2020”, cuando más de un millar de embarcaciones de recreo se matricularon en Baleares, provincia que conserva el primer puesto nacional al aglutinar casi el 20% de las matriculaciones registradas en España y una cuarta parte del mercado de alquiler de embarcaciones, según datos de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN).

“El sector es maduro y tiene pulmón para aguantar los envites a corto plazo, aunque la incertidumbre impide a las empresas prepararse. Se ha anunciado que la intención es que el 1 de junio comience una hipotética temporada, pero lo cierto es que el sector no puede prepararse para este este escenario, porque es imposible prever cuál será la situación cuando llegue esa fecha. Así las cosas, las empresas se están apuntalando para poder soportar lo que traiga este 2021, que seguramente no será tan benévolo como 2020. Auguro un 2021 complicado”, sentencia el presidente de la patronal náutica balear.

“Durante todos estos meses, AENIB ha estado en permanente contacto con las administraciones para gestionar las consecuencias de la pandemia en el sector de la náutica de recreo. Así, hemos defendido ante la Conselleria de Treball, Comerç i Indústria que nuestros trabajadores pudieran beneficiarse de los ERTEs durante este tiempo de incertidumbre. Además, muchas empresas han podido invertir en renovarse a nivel tecnológico y digital gracias a las ayudas del Govern. Por otro lado, hemos tenido interlocución directa con la Conselleria de Mobilitat i Habitatge en todo lo relativo a los protocolos que han afectado a la movilidad dentro de los puertos y el comportamiento de las usuarios en las embarcaciones. No ha sido fácil, no se ha conseguido todo lo que se pretendía, pero dada la excepcionalidad y dificultad de la situación, nos damos por satisfechos con lo logrado”, asegura.

“La economía balear tiene una dependencia importante del sector náutico”, asegura Vaquer, quien recuerda que “nuestras Islas con una referencia internacional en los servicios de mantenimiento y refit náutico, especialmente de grandes esloras. Embarcaciones de todo el Mediterráneo e incluso de otras partes del mundo frecuentan nuetras aguas para hacer sus servicios de mantenimiento. Al mismo tiempo, se ha publicado recientemente un informe según el cual Baleares es el destino número uno del Mediterráneo en interés para la práctica de la náutica. Si no aprovechamos este liderazgo con el apoyo de las administraciones, nos podemos quedar sin la gallina de los huevos de oro”, advierte.