La náutica se democratiza con alquileres de embarcaciones por un día

La náutica se democratiza con alquileres de embarcaciones por un día

El mercado del alquiler de embarcaciones, conocido como chárter náutico, es uno de los puntales del sector náutico en las Islas, con un crecimiento sostenido a lo largo de los años, según los datos que maneja AENIB, patronal náutica balear. En los primeros ocho meses del año, se disparó casi un 50% a pesar de las dificultades económicas que atraviesa el país, y supone un tercio del mercado náutico global.

Sea como sea, la buena salud del chárter náutico viene acompañada, en los últimos años, de cambios de calado en su oferta, perfil de cliente y otras variables. Las embarcaciones más demandadas son las lanchas, seguidas de las neumáticas, los veleros y los catamaranes. Estos dos últimos tipos de embarcación están más pensadas para alquileres de varios días, siendo una semana el período más habitual. 

Day Charter y democratización de la náutica

De esta forma, el posicionamiento de las lanchas y neumáticas como las embarcaciones más solicitadas para el alquiler indica un incremento del interés por alquileres cortos, de un solo día, ya que normalmente no están preparadas para pernoctar. La expresión 'Day Charter' está cada vez más en boca de todos, y se ha convertido en un plan muy común entre locales y visitantes el de pasar un día en una pequeña embarcación, o incluso, simplemente alquilarla por horas, para ver la puesta de sol o dar una vuelta por la mañana.

Esta nueva tendencia, que ha ganado fuerza en las últimas temporadas, tiene que ver con un proceso de democratización de la náutica acelerado por la pandemia. Hace unos años, los aficionados a la náutica eran pocos y muy navegantes, esto es, con conocimientos altos de navegación y para los que primaba la actividad en sí por encima de cualquier otra consideración. Ahora, los nuevos amantes del mar valoran factores como la confortabilidad, y es por ello que se decantan por embarcaciones muy cómodas y pensadas para disfrutar de la estancia, como los catamaranes.

“Muchos baleares, y también españoles de otras comunidades, no se habían planteado la posibilidad de navegar y de alquilar una embarcación, hasta que llegó la pandemia. Con las playas sometidas a restricciones y la necesidad de mantener la distancia social, alquilar un barco suponía una opción de ocio y turismo seguros. Muchos descubrieron el mar gracias al Covid”, asegura Carlos Petisco, miembro de la directiva de la patronal náutica AENIB y gerente de la Escuela del Mar, una de las empresas de formación náutica más importantes de Baleares.

Las titulaciones se disparan

Antes, el chárter se asociaba a la típica semana completa en velero, con un perfil muy familiar. De un tiempo a esta parte, el ‘Day Charter' está a la orden del día, ya sea de yates y megayate o de embarcaciones pequeñas, para las que simplemente hace falta tener la Licencia de Navegación, que es muy accesible, ya que la formación dura solo 4 horas de práctica y 2 de teoría, y ni siquiera hay examen. El llamado ‘titulín’ ha contribuido decisivamente a democratizar la náutica, sobre todo entre el cliente local. De hecho, durante la pandemia, las empresas de chárter notaron que el cliente mallorquín fue el que les salvó las temporadas, con alquileres normalmente de corta duración.

De hecho, este fenómeno ha venido acompañado de un fuerte repunte de las titulaciones en  permisos de navegación de recreo, que alcanzaron el récord histórico de 100.000 nuevos titulados en España el año pasado. Solo en 2021, se expidieron en las Islas 2.400 titulaciones de este tipo frente a las 954 de 2019, justo antes de la pandemia. Ello supone que hay ahora muchas más personas dispuestas a disfrutar de la náutica, muchas de ellas a través del alquiler. Y es que las empresas de formación náutica son el primer eslabón de toda la cadena del sector náutico. “Detrás de nosotros, hay una gran industria, porque nuestros alumnos luego salen y alquilan o compran barcos y material de navegación, se asocian a clubes de navegación, etcétera”, explica Petisco.

Clubes de navegación

En este punto, los clubes de navegación constituyen una novedosa fórmula para democratizar la náutica y que más personas puedan acceder a ella. Estos clubes ofrecen a sus usuarios la oportunidad de disfrutar de navegar durante todo el año sin los gastos y obligaciones derivados de tener un barco en propiedad, poniendo a disposición de los usuarios una flota de barcos que pueden utilizar a cambio de una suscripción periódica y sin tener que preocuparse del mantenimiento, el amarre, el seguro, etc. Esta modalidad lleva en nuestro país apenas una década, pero está creciendo con fuerza. De hecho acaba de crearse este año la Asociación de Clubes de Navegación de España (ACNE), vinculada a AENIB, con un centenar de clubes registrados en toda España, y creciendo.

Tanto las nuevas modalidades de chárter como los clubes de navegación van acordes a las tendencias actuales de consumo, en las que prima el pago por uso en detrimento de las fórmulas de propiedad. “La comodidad de estos sistemas de uso compartido atrae muchos amantes de la náutica, incluso algunos de los que hasta ahora habían optado por tener su propia embarcación en propiedad”, asegura el presidente de ACNE, Fernando Larunbe.