Las empresas náuticas de baleares se posicionan en el mercado internacional

Las empresas náuticas de baleares se posicionan en el mercado internacional
Cannes, Génova, Mónaco, Barcelona o Amsterdam son las principales ferias para el sector a escala mun

Finalizada la temporada veraniega, el sector náutico balear se ha concentrado estas últimas semanas en la participación en las principales ferias y salones náuticos internacionales, la mayor parte de los cuales se celebran en otoño (a excepción justamente del Palma International Boat Show, que tiene lugar normalmente en primavera y da el pistoletazo de salida a la temporada náutica internacional en uno de sus destinos de referencia a nivel mundial).

Esta temporada de ferias náuticas está marcada por la vuelta a los eventos presenciales tras las ediciones virtuales del año pasado debido a la pandemia, y también por la falta de producto derivado de la crisis sanitaria. Aún así, ha sido una temporada de ferias náuticas muy potente, con crecimiento de expositores en la mayoría de los salones. Además, según fuentes del sector, el cliente final este año se caracteriza por ser más selectivo y exigente.

De Cannes a Barcelona

El más reciente de estos encuentros ha sido el Salón Náutico de Barcelona, celebrado la semana pasada en el Port Vell de la Ciudad Condal con más de 51.000 visitantes, medio millar de embarcaciones y 184 expositores. En el comité organizador de esta feria figura la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), de la que forma parte AENIB.

El salón que abrió la temporada de ferias náuticas fue el Cannes Yachting Festival, que tuvo lugar a principios de septiembre y reunió a 575 expositores, 620 embarcaciones y 54.400 visitantes, cifras muy similares a las de 2019. Ya a mediados de septiembre fue el turno del Salón Náutico de Génova, reconocido por apostar por el diseño de embarcaciones más innovador. Contó con 92.377 visitantes, un 30% más que en la edición de 2020, y acogió hasta 78 eventos, como conferencias, seminarios, talleres técnicos, paneles y presentaciones, además de 5.874 pruebas en el mar.

El Mónaco Yacht Show, por su parte, se celebró a finales de septiembre, con más de un centenar de los superyates y megayates más lujosos del mundo en exhibición y la presencia de 500 grandes empresas de la náutica de lujo.

El próximo será el Marine Equipment Trade Show (METS), que tendrá lugar a mediados de noviembre en Amsterdam. Se trata de la feria más grande del mundo en el sector, e incluye todo tipo de actividades y productos relacionados con la náutica. En su última edición, acogió a 1.600 expositores y más de 16.000 visitantes.

Baleares toma posiciones

Una de las empresas baleares que ha estado presente en la mayoría de ferias, como visitante o en el caso del Salón de Barcelona, con stand propio, ha sido Marivent Yachts. Su CEO, Oliver Frols, observa que “la gente del sector ha vuelto a las ferias con ganas y con ansiedad por comprar barcos. La demanda es buenísima; el problema es la oferta, porque las cadenas de suministro están rotas y a los astilleros les faltan todo tipo de materiales, desde motores a asientos. Me temo que esta situación no se va a resolver en breve”, lamenta. Sea como sea, “dadas las expectativas limitadas que había, las ferias, y en concreto la de Barcelona, han sido muy positivas”, observa.

Asimismo, destaca que, en esta situación, “Baleares está ganando posicionamiento a nivel mundial, y el Salón Náutico de Palma está ganando caché, porque es la feria más internacional. Aunque se mantiene el problema atávico del archipiélago que lastra al sector: la falta de amarres. Los clientes lo saben, y exigen garantía de amarre antes de adquirir un barco”, analiza.

“Hemos estado como visitantes en casi todas las ferias, y se respira buen ambiente, el sector en su conjunto está centrado en relanzarse después de la pandemia˝, explica por su parte Nacho Maza, gerente financiero de Metalnox. Esta empresa mallorquina centrada en reparaciones en el sector náutico y especializada en la línea de propulsión ha apostado este año por participar como expositora en METS, “la feria por excelencia para los que nos dedicamos a las reparaciones˝, indica. “Con la pandemia, se paralizaron las reparaciones y gran parte de la industria, pero al mismo tiempo la náutica fue un refugio para aquellas personas que podían permitírselo, así que ahora, cuando ya se ve el final del túnel, la actividad se ha reanimado. El sector tiene la sensación de que ya ha pasado lo malo y ahora toca reactivarse. De hecho, hay lista de espera para exponer”, apunta.

“Además, en el caso de METS, muchas divisiones correspondientes a países han desaparecido o están muy disminuidas debido a la pandemia y las restricciones. Es el caso de Australia y China, mientras que América se ha reducido mucho. Eso nos da una gran ventana de oportunidad a las empresas europeas”, analiza. “En concreto, Baleares sigue siendo un enclave paradisíaco en medio del Mediterráneo y con un potentísimo y saneadísimo sector náutico, así que el momento actual es ideal para seguir posicionando al archipiélago en el corazón de la industra náutica mundial. Además, la náutica puede seguir aportando muchísimo a la economía de las Islas”, reflexiona.

Transición ecológica

Este año, la transición ecológica y la economía verde en la náutica ha sido uno de los grandes temas en las principales ferias del sector. Por ejemplo, la feria de Cannes incluyó un circuito verde, con más de 50 expositores que mostraron sus conceptos en favor de la ecología y las nuevas tecnologías verdes que marcarán al sector náutico del futuro. Por su parte, el Salón de Barcelona ha querido estimular la transición ecológica del sector al tiempo que ha hecho llegar la práctica de la náutica deportiva a nuevos públicos.