Los superyates no son inmunes a La Crisis

AENIB
AENIB
Los superyates no son inmunes a La Crisis


grandes yatesPor Peter Franklin
Hace menos de dos años mucha gente decía que el sector de los superyates estaba a prueba de recesiones y que el tipo de personas que compran los superyates no iba a verse lo suficientemente afectada por un bajón económico como para modificar drásticamente su estilo de vida o renunciar a los yates de sus sueños.
 
Esas afirmaciones suenan ahora muy inocentes, considerando lo que ha venido pasando este último año, cuanso una impactante reducción en el número de nuevos pedidos y una ola de cancelaciones ha sacudido hasta los cimientos de la industria de la construcción de superyates.
 
El ‘Superyacht Intelligence Report’, una división del Yacht Report Group, publica uno de los estudios más serios sobre la situación mundial basada en los libros de pedidos de superyates. El encabezamiento de la información que proporcionan en su más reciente resumen de la actividad del mercado es el siguiente: ‘2009, un año de cambios’.  Pasa a comentar que cuando en el pasado llegaban pedidos a raudales, había sitio en el mercado para todas las empresas del sector, lo que significaba que prácticamente era innecesario examinar el sector de los superyates y prestar atención a sus posibles deficiencias. Dicho de una forma sencilla: los astilleros construían, los clientes compraban y este sector industrial iba viento en popa.
 
Ahora, como siempre ocurre cuando las cosas empiezan a ir peor, ha llegado el momento de reflexionar y todos los integrantes de esta industria tienen que colaborar, haciendo inversiones para el futuro a fin de hacer que vuelvan épocas mejores. En nuestra opinión, los constructores han sobrevendido pero han logrado menos de lo deseable, apoyándose en exceso en una cartera de clientes relativamente estática y no dirigiendo sus esfuerzos de comercialización hacia un considerable e infrautilizado número (que sigue en crecimiento) de ‘personas con patrimonio ultra alto’ (PPUA). Se trata de personas que bien pudieran permitirse comprar un superyate, pero que no han sido suficientemente informadas de los placeres y ventajas que aporta ser propietario de un gran yate.
 
Así pues ¿qué pedidos hay en estos inicios de 2010?
Llegado este punto es necesario señalar que la inteligencia sobre los superyates sólo se ocupa de aquellos que superan los treinta metros. Esto sugiere que, a efectos de análisis, la tendencia de los últimos años hacia yates cada vez mayores ha hecho que los yates de 24 a 30 metros ya no se consideren incluidos en la categoría de superyates. Y debido a la boyante situación anterior del mercado, las cifras de entregas en 2009 no reflejan los efectos del bajón económico, efectos que quedarán mucho más claros en las cifras de entregas correspondientes a 2010, 2011 y 2012. También hay que tener en cuenta que, a medida que crece la eslora de los yates que se están construyendo, aumenta también el tiempo de construcción. A su vez, esto ha tenido el efecto de afectar a la baja los libros de pedidos y las entregas reales efectuadas al año.
 
Veamos algunos datos de interés de este informe: El número total de pedidos nuevos de yates de más de 30 metros con inicio de construcción en 2009 fue de 226 (incluyendo a los superiores a 50 metros). La cifra correspondiente a 2010 es de 168 (un descenso del 25%).

Pero aun es más impactante la reducción del número de nuevos pedidos obtenidos y de la cantidad de astilleros que han recibido esos pedidos en los dos últimos años.  En 2008 se anotó un total de 258 pedidos nuevos en el libro de pedidos mundial, repartiéndose esos pedidos entre 73 astilleros. En 2009 sólo se obtuvieron 112 pedidos nuevos (un 56% menos) y correspondieron a tan sólo 45 astilleros.  Teniendo en cuenta que antes de la crisis casi todos los astilleros tenían repletos sus libros de pedidos, con fechas de entrega en 2012 y 2013, esto quiere decir que muchos tendrán que diversificar o bien efectuar campañas de comercialización muy agresivas (con precios igualmente agresivos) si quieren sobrevivir.
  
La conclusión: lo ocurrido ha sido un cambio de rumbo enorme, pero probablemente necesario, en el sector de los superyates. Los astilleros más establecidos y económicamente sólidos se impondrán, sin duda, y se beneficiarán de la recuperación que tendrá lugar tarde o temprano. En lo que respecta a los superyates de segunda mano, se ha pasado de un mercado que favorecía a los vendedores a otro en el que se ven favorecidos los compradores, una situación que durará todavía algún tiempo. 

Esto quiere decir que es probable que persista la fuerte presión a la baja en los precios de reventa del mercado de corretaje. ¡Quizás ha llegado el instante de que algunas de esas PPUA abran sus talonarios de cheques y disfruten del mar en un yate de lujo! 
    
Peter Franklin
The Islander
El boletín mensual de quienes navegan y viven en las Baleares
www.theislander.net