VI Galardones AENB - Empresa con la Trayectoria Profesional más Destacada: Náutica Rosselló.

Náutica Rosselló es una empresa familiar fundada en 1995 por Juan Rosselló, quien hasta el año pasado cuando tristemente falleció fue el secretario de AENB. 26 trofeos otorgados por las marcas que representan concedidos al largo de estos 18 años atestiguan su buen hacer. Por ello reciben este año el Galardón a la Empresa con la Trayectoria Profesional Más Destacada otorgado por la AENB. Entrevistamos a Tina Campins, una de las personas que ha trabajado en la empresa desde su misma fundación.

Este año habéis recibido el galardón a la empresa con la trayectoria profesional más destacada. ¿Qué representa para vosotros?

Creemos que es un galardón que honra la memoria de nuestro querido fundador Juan Rosselló, que tristemente ya no está con nosotros, y que premia todo el gran trabajo que ha realizado él en Náutica Rosselló y fuera de aquí durante tantos años. Recogemos este galardón en nombre de Juan Rosselló porque desgraciadamente él no puede recogerlo.

¿Podrías hablarnos de la trayectoria de la empresa? ¿Cuándo y cómo empezó?

Juan Rosselló llevaba en náutica más de 30 años. Era el gerente de la sección náutica de Socias y Rosselló. En el '94 empezó a surgir en él la inquietud de montar su propia empresa y por varias circunstancias y cambios dentro de aquella empresa decidió embarcarse en una nueva singladura en solitario y fundar Náutica Rosselló en febrero de 1995. Por aquel entonces el personal fijo de la empresa eran 2 personas y un mecánico por horas. Empezamos sin ninguna distribución directa y con algunas marcas de segundo orden, con una nave de 200 m2 y nos sobraban 100. Los teléfonos sonaban 2 veces al día (eso los días buenos). Pero gracias al trabajo de Juan Rosselló los clientes fueron llegando y fueron conociéndonos… Fueron 2 años de duro trabajo y pocos frutos, pero ya a partir del '97 empezamos a ver fructificar el trabajo realizado y el tiempo invertido. Tras observar nuestra evolución durante un tiempo, los proveedores nos concedieron la distribución directa de primerísimas marcas del sector y así fue como empezamos a conseguir algunos galardones, como el de número 1 ventas en España en la marca de neumáticas Bombard y Zodiac y la empresa despegó.
¿En los últimos años cómo ha ido la cosa?

Hasta el 2007 muy bien. A partir de 2008 no tanto, imaginamos que más o menos como a todas las empresas de nuestro sector. La facturación se ha reducido considerablemente estos últimos años, al igual que las compras, claro.

Náutica Rosselló es una empresa familiar y el relevo generacional está asegurado...

Siempre hemos sido una empresa familiar y hemos funcionado como tal, en el sentido de que los trabajadores que no forman parte de la familia Rosselló es como si lo fuesen. Son trabajadores que llevan muchos años con nosotros. Ahora tras el fallecimiento de nuestro fundador Juan Rosselló ocupan su lugar sus 2 hijos Sebastián y Gabriel, o sea que el relevo generacional es total.

Por desgracia es un modelo que parece estar desapareciendo progresivamente.

Sí, porque de cada vez más lo hijos quieren surcar otros mares y diferenciarse un poco de las actividades a las que se dedicaban sus padres. La crisis lo ha fomentado mucho. En algunos sectores también han sido los propios padres quienes han animado a sus hijos a seguir otros derroteros que no tengan que ver con el negocio familiar, ya sea porque no les iba muy bien el negocio o porque no querían que sus hijos tuvieran que hacer los mismos sacrificios que ellos habían hecho. Pero aún así creemos que en Mallorca el negocio familiar tiene mucho peso… pero también es verdad que de cada vez hay menos.

¿Qué retos de futuro se ha marcado Náutica Rosselló?

Sobrevivir, cosa que ya supone un gran esfuerzo y un arduo trabajo diario. Recientemente hemos renovado la Certificación de Calidad ISO 9001-2008 y por ley estamos ya adaptados a la LOPD. En cuanto a la actividad propia de la empresa tenemos varios proyectos de futuro de los que preferimos no hablar mucho… que luego se gafan. La mayoría de ellos son dentro del tema de la náutica y otros no; ahora es un buen momento para diversificar un poco y modernizarse, cuando ello sea posible sin realizar grandes inversiones.

Recientemente habéis cambiado de local comercial...

Sí, creemos que el cambio ha sido para mejor. En las instalaciones que ocupábamos anteriormente no había exposición, era como un gran almacén y un pequeño taller en cambio ahora tenemos una gran exposición, y también un amplio taller. El taller ha cuadruplicado su espacio (el mecánico está encantado). Todos nuestros clientes valoran positivamente el cambio ya que ahora disponemos de una exposición importante con mucha luminosidad y también de un escaparate, cosa que antes no teníamos. A partir de ahora vamos a ver cómo nos adaptamos a todos los cambios que hemos sufrido este último año y a los tiempos que corren, hay que tener en cuenta que la náutica es uno de los sectores más tocados por la crisis.

¿Qué servicios y productos ofrecéis?

Venta, reparación, custodia y mantenimiento de embarcaciones con motorización fuera borda. Resaltar que somos distribuidores y servicio oficial para Mallorca de las marcas Zodiac, en neumáticas y semirrígidas. Yamaha en motores fueraborda. Y Sessa, Dipol y Pacific Craft en embarcaciones de fibra. Pero hoy e día si algún cliente tiene predilección por algún modelo o marca especial de embarcaciones realizamos las gestiones necesarias para satisfacerle.

¿Cuáles son los principales problemas con los que os encontráis en vuestro día a día?

El principal problema que nos hemos encontrado durante los últimos tres años es el de la financiación para nuestros clientes. Nosotros ofrecemos una financiación a nuestros clientes a través de una entidad financiera. Las embarcaciones que nosotros comercializamos tienen mayoritariamente menos de hasta 12 m de eslora y nuestros clientes son en su mayoría de clase media. No son grandes fortunas que compran grandes yates. Muchos de ellos son aficionados a la pesca o a la navegación de fin de semana y quieren una embarcación de menos de 12 m para salir con la familia. Tienen unos ahorros y quieren financiar una parte del barco. Hace cinco años el proceso era muy fácil, bastaba con unas nóminas, una llamada de teléfono, un fax y en media hora estaba arreglado. Pero ahora ya no es así; ponen muchas trabas y empiezan a pedir propiedades y avalistas… cosa que es rechazada de lleno por nuestros clientes. Otro hándicap a tener en cuenta es que un elevado porcentaje de nuestros clientes son autónomos y por este simple hecho ya se han encontrado con las puertas cerradas de las financieras.

¿Y en cuanto a las relaciones con la administración pública?

No es nuestra principal fuente de ingresos, facturamos a la administración aproximadamente un 15% del total de nuestra facturación. Como todos los que tratan con la Administración, hemos tenido problemas a la hora de poder cobrar algunas facturas. Ahora, en principio, parece que se ha solucionado y van pagando. En cuanto a gestiones burocráticas, no hay ningún cambio relevante respecto a los últimos años. Han agilizado un poco el sistema para matricular las embarcaciones, en el sentido de ofrecer la posibilidad de “inscribirlas” y no “matricularlas”, suprimiendo así algo de papeleo y acortando el tiempo de espera. Lo que sí es digno de mención es que antes teníamos problemas para encontrar amarres y ahora no. Antes venía clientes y te decían “si consigues un amarre te compro un barco”. Ahora no; no se venden barcos de esloras medias y cortas para cubrir los amarres que están disponibles.